jueves, 15 de abril de 2010

El poder de la crítica

Hace unos días la Asamblea Legislativa del Distrito Federal dio un reconocimiento a la UNAM por los 100 años de ser Nacional y por el Premio Principe de Asturias, y no se que sea peor: que lo hayan hecho casi un año después; que mi querido Dr. Narro insista en su reclamo, acertado pero fuera de lugar, de que sin ciencia ni tecnologías propias el país esta condenándose a la maquila (cuando el premio es por la comunicación y las humanidades); que el que el Consejo Universitario al día siguiente salga a corregirle al señalar la importancia de las humanidades para el país porque no sólo se trata de la educación media superior sino que es relevante para toda la sociedad; comunicado muy en el tenor de los múltiples reclamos del Observatorio Filosófico, que demandan y exigen que la SEP reinstale y reconozca la importancia de la filosofía, así no más.

Bueno, eso hay que demostrarlo más que demandarlo con la mano en la cintura. Como siempre esto tiene varias partes y espero poder aclararlas una a una.

Me parece una verdad brutal lo que dice el Rector, sin desarrollo científico y tecnológico propios, el país poco o nada avanzará en cuestiones técnicas. Pero el olvido de la relevancia de las humanidades me parece atroz, pues es una verdad tan brutal como la otra que sin formación humanística el país se esta condenando a la existencia acrítica y pasiva, y sin pensamiento critico a lo que nos exponemos es a la maquila, como aceptación y reproducción no solo de ideas o valores que no necesariamente se ajusten a nuestras circunstancias, sino que ejercen una forma de violencia interna y psíquica, entre la distancia de lo que pensamos y anhelamos, los valores que tomamos de otras culturas y otras sociedades, y las circunstancias concretas en las que estamos. Ciertamente la ciencia y la tecnología constituyen la práctica de ese famoso "saber hacer" y que es necesario para el desarrollo de cualquier país, pero la pare fundamental de ese mismo "saber hacer" está en el discernimiento y la crítica y sobre todo la auto crítica, que solo las humanidades pueden dar.

No quiero que me mal interpreten, se de mucha gente muy capaz y muy inteligente y muy cabrona en el área de ciencias, algunos amigos muy queridos, otros enemigos teóricos, no escatimo su capacidad, lo que me llama la atención es que una parte de la UNAM puso el huevo y otra muy diferente lo cacarea para sí misma, y son ambas ramas fundamentales para la Universidad y para el país, me parece terrible que en en vez de celebrar que la Universidad haya ganado un premio y reconocer el área que se lo adjudicó, reclamen atención a la otra parte que también tiene méritos enormes, y que básicamente se desarrolla dentro de la misma Universidad. Pero además es cuestionable ese enfoque medio mercantilista, medio negociante, ese sesgo que implica la relación ciencia/desarrollo, pues apunta a un desarrollo científico y tecnológico que favorece los negocios, no estoy en contra pero si cuestionaría que tuviera que ser la UNAM la que deba desarrollar esas investigaciones y no otras instituciones.

Me parece una tontería el discurso pro-ciencias en un contexto que premia a las humanidades, y me parece un enorme desperdicio no reconocer que en el área de las humanidades la UNAM en su conjunto -la Facultad de Filosofía y Letras, la Coordinación de Humanidades y demás-, sigue entre las 25 mas importantes. No es que el área de ciencias y tecnología sea mala o peor, sólo que ahí la competencia es diferente. Hay que reconocer el trabajo de un montón de gente e la Universidad, y hay que reconocerles el trabajo y esfuerzo que hizo que la institución se ganara el tal reconocimiento... insisto, me parece un enorme desperdicio dejar de lado un área tan importante y tan bien ubicada frente a otras universidades, y me parece ofensivo que en el contexto del reconocimiento de esta área se demande el apoyo a otras cuando esta misma es fundamental para pensar libre y críticamente...

La conexión es elíptica, larga y rara si quieren pero básicamente sin una formación humanística sólida la gente seguirá aceptando sin más que aun futbolista le pueden disparar en la cabeza, no se acordará de nada y seguramente jugara en el Mundial; o que la niña se ahogó sola y que a nadie se le ocurrió levantar el colchón desde el principio y aunque los ejemplos son maslos y hasta moralinos y sensacionalistas, son los dos más recientes en la larga línea de casos y cosas raras que pasan en el país y nadie critica ni cuestiona realmente. Me parece curioso que después del Bar Bar aparezca el procurador Bazbaz y que en entrevistas haya sido tan enfático: los resultados serían científicos, y básicamente incuestionables... ¿de verdad? ¿Tanto así?

Con ciencia y tecnología el país puede avanzar, por supuesto, pero los trabajos que generan serían del tipo de Chaplin en Tiempos Modernos, y claro que uno puede vivir de ajustar tuercas, pero si es un ciudadano que además puede pensar por sí mismo, por kantiano que suene, será un ciudadano más completo.

Sobre al ingenuidad de los reclamos del Observatorio Filosófico hay un montón que decir, en resumen a mi parece desconcertante esa preocupación por el número de plazas y de clases dadas y de empleos, encubierto del problema real y efectivo de la necesidad de las humanidades en la formación de los individuos -y no solo en la formación sino el cómo viven los mismos-, también me desconcierta el tono de reclamo y demanda sin más de espacios y reivindicaciones teóricas como si se tratara de un agravio personal.

¿Hay que preocuparse por el rumbo que está tomando la educación en México? Por supuesto que sí, pero en vez de gastar tiempo y esfuerzos en preservar esas estructuras educativas e incluso de poder (la neta), habría que pensar de qué otras formas, novedosas y atractivas podemos llevar la filosofía y la historia y la literatura y el conjunto de las humanidades al conjunto de los ciudadanos, no es tan difícil, ni es tan oscuro, ni se trata de usar boinas y aplaudir chasqueando los dedos, ese cliché del humanista que arruina dos prendas prácticamente nuevas para poner parches a su saco es una idiotez, tanto las humanidades como las ciencias son parte de nuestro entorno y de nuestra vida cotidiana. Hay que disfrutarlas y hay que desarrollar nuevas maneras de difundirlas.

Entiendo el reclamo de mucha gente y la animadversión que incluso algunos de mis amigos tienen con la UNAM y cuestionen la relevancia de las humanidades para un país tercermundista y jodido como éste, la verdad es que las leyes del mercado tampoco han dado una solución a todos los reclamos sociales con que cargamos, y sin embargo, estos reclamos ingenuos me hacen ver por qué no le ven más relevancia que una especie de apartado ahí que no sirve de nada.

Recuerdo ahora mismo al idiota de Carlos Mota, que se volvió ultrafamoso entre la comunidad de FFyL porque alguna vez dijo que la filosofía no servía de nada porque no tenía una visión de mercado, no era redituable, bueno, además de que la mera idea me parece una estupidez, sobre todo porque partes muy importantes de la investigación científica en principió no van al mercado, sino después, en un segundo grado y conforme se difunde, pasa lo mismo con las humanidades, en esencia, en su "pureza" tampoco debería tener intenciones de mercantilismo, y sin embargo hay mil ideas y supuestos de las humanidades hasta en lo mas cutre de la publicidad, que no humanismo. No es lo mismo. Pero los reclamos y re-ivindicaciones que se gano, vaya, algunos rayaban en lo ridículo, otros eran violentos, pero la mayoría extremadamente ingenuos...

Y me quedo con una idea de AConstante que publicó en un librito sobre El Futuro de la Filosofía en México (de 2004 creo, así que ese futuro ya llegó).

Constante habla de una nueva ilustración, una especie de ilustración 2.0 o re-ilustración, como la web 2.0, donde todos somos autores y partícipes, donde desarrollamos ideas y tesis y opinamos y discutimos, como debe ser en las humanidades, y para ello necesitamos no sólo una sólida formación científica sino también humanística, y necesitamos el desarrollo de la técnica y del pensamiento lógico y práctico que nos da la ciencia, pero también necesitamos la crítica y saber distinguir y discernir, y saberla aceptar y saberla formular.

Creo que hoy no tengo una conclusión tan clara, en parte como diría el Güeriño "me llega" y me la tomo personal, pero debo insistir en que es un desperdicio tener toda el área de humanidades en segundo término en la Universidad cuando es una de las mejores, y pienso que la crítica y la auto crítica, el discernimiento y el pensamiento serio son partes fundamentales de la emancipación del país, de cualquier país, no podemos dejar uno de lado para favorecer al otro, y menos cuando se le reconoce a uno su importante labor, lamentablemente, por una instancia extranjera...

En fin, fin del comunicado.

6 comentarios:

ignacio bazan dijo...

Bueno, siempre hay que reconocer que uno se puede avalanzar sin más por conseguir una exclusiva, las siguientes noticias resultaron ser falsas:

- Johnny Carson sí era un robot.
- El jugo V8 si contiene gasolina...

etc, chiste Simpson, lo importante es esto otro: http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2010_229.html

Curioso, también, hoy en una platica que nada que ver con esto, Ro me dijo que esa idea de "humanismo" como bandera para cambiar y educar a la sociedad le daba grima, pensé, mierda... pero que bueno que Ro no lee mi blog... espero.

Saludos a todos mis amigos de Ciencias y demás, esto no es personal.

¡Og Zomayoth, hermanos!

Anónimo dijo...

No sé si ubicas a Marquina porque era de Ciencias pero tú te dabas tus vueltas allá, un viejo sabio flaco y español que fumaba sin parar, físico que daba clases de filosofía; tomé un par de cursos con él y dijo alguna vez que la peor idiotez de la educación en México era tener separados al conaculta y al conacyt. Y pues sí es una lástima que en Ciencias no sepan redactar y en Filos no sepan dividir, por ponerlo en esquemático, aunque muchas veces sea textual y hasta viceversa.

Eso iba para el desarrollo del post: van juntas y la educación y el desarrollo del pensamiento deberían ser integrales, o sumatorias. Pero también va para la premisa ("el premio es por humanidades, no mamen") porque justo de esa división viene la idiotez de la sep de quitar las "materias conaculta" y enfatizar las conacyt, aunque acabe todo en conalep, y de esa idiotez viene la rasgadura de vestidos del Observatorio y demás, y la de Carlos Mota (ya se me había olvidado) que responde y etc, cada quién jalando para su lado en vez de jalar parejo. La primera premisa, pues sí, al rector se le fueron las cabras, y lo de la asamblea pues es oportunismo barato y colgarse las medallas de la unam y quedar bien con el electorado chilango intelectual... que lo mismo lo podrían haber hecho hace un año, pues sí, pero son burros.

Creo que se me acabó yendo el hilo, pero qué le va uno a hacer.

Un abrazo
Santiago

ignacio bazan dijo...

Santi, con la leyenda que sí alcancé a tomar clases fue con Héctor Falcón, no se si te suene. Marquina me suena conocido muy cabrón pero nunca tuve la oportunidad de conocerlo o tomar clases con él, probablemente haya leído algo de él.

Creo que tienes razón en que es una tontería dividirlas, precisamente esa re-ilustración debería jalar por los dos lados, que la gente conozca también a los matemáticos importantes como a los filosofos importantes, a Plank y a Kant. A huevo que sí.

Y sin embargo es raro como se desarrolla todo, justo yo iba a Ciencias a tomar seminarios allá para enterarme de en qué andaban y tal, y es una deformación no sólo profesional, sino cultural, a veces los compañeritos de ciencias decían que una argumentación filosófica era "platicadita" y las matematicas serias y rigurosas, no mames, usan la misma lógica.

Se me escapa el hilo ahora, pero tienes razón en que deberían desarrollarse juntas, por lo mismo, no mas vanagloria a una y reconocimiento a la otra, ninguna por sí misma salvará al país, tampoco juntas.

La única competencia entre estas dos áreas debería ser por cuantas alumnas guapas nos tocarán en la repartición.

Te mando un abrazo, nos vemos pronto.

Santiago dijo...

Sobre ese último punto, debería desaparecer la facultad de arquitectura, y que se repartan

Derzu dijo...

No olvides el texto de Sloterdijk "Normas para el parque humano". Yo sí creo que cualquier intento de ilustración está destinado al fracaso y de entrada me parece sospechosa la idea de "educar" a alguien. ¿Bajo los términos de quien?¿Quien dicta que es la cultura universal y si esto o aquello es lo que se debe de aprender? Como dice Sloterdijk y a veces el mismo Zizek, justo en el punto en el que concuerdan, no son sino mecanismos para domesticar al hombre. Buaggh.

Ya conectate cabrón! Si quieres que hagamos cosas mas vale empezar, si no, me voy a ir y te vas a quedar de nuevo sin un palmo de narices, o como se diga juar juar

ignacio bazan dijo...

Se que a ti te da roña la idea de educación, estoy de acuerdo contigo en tanto sea ese tipo de educación como domesticación a favor del status quo y las instituciones y las relaciones de poder es reprobable; y entiendo perfecto la referencia a Sloterdijk, pero tampoco olvidemos que su critica se da en un contexto distinto, europeo y hasta europeizante, y que en cierta forma, tanto él como Zizek participan de una estructura, incluso empresarial, que es la editorial, y venden sus ideas como si, por ser solo ideas contra otras ideas tuvieran un halo santificado.

Te pongo un contra ejemplo, "La pedagogía del Oprimido" de Paulo Freire, en un contexto latinoamericano y por la lucha por que la educación, siendo un derecho fundamental, llegue a todos los ciudadanos de Brasil. Donde justo dice que no se trata de domesticar o de entrenar, sino de dotar de herramientas criticas para que la banda pueda decidir bien sobre sus propias vidas lo mejor para ellos, en las favelas.

Creo que por eso me gusta la idea de re-ilustración o ilustración 2.0 que proponía Constante, en el diálogo y el intercambio, se da esa ilustración y no desde las estructuras de poder.