viernes, 26 de septiembre de 2014

Inventando y usando falacias

Estuve buscando qué tipo de falacia podría ser la que señalé -y que de hecho yo mismo la usé en cierta forma- en las entradas anteriores (1 y 2). 

Es una mezcla de ad hominem con algo de petición de excepcionalidad y una especie de tu quoque  preventivo. 

Es decir, es un argumento que se centra en el ataque personal por ciertas creencias o expresiones usadas por el oponente, y ahí la excepcionalidad, pues aunque podamos compartir algunas de sus creencias, creemos que es mas importante atacarlo por ello que asumir nuestras creencias, el tu quoque preventivo como tal no existe, sino que es resultado de una estrategia más amplia, pero básicamente se trata de señalar o denunciar justo esa coincidencia que porvoca la excepción antes de que pueda ser claramente imputada contra uno, por lo tanto podría tener algo de lo que los angloparlantes llaman No-True Scotman y Loaded Question: que es como darse un baño de pureza mientras señalas al oponente porque ninguna persona ética o moralmente bien ubicada podría expresarse así. 

O simplemente podríamos llamarla como la falacia de "yo lo dije primero" o "yo lo digo con gracia", ejemplificado claramente con este video de Los Simpson: 




Creo que este tipo de cosas tienen mayor valor pedagógico y de divulgación que los libros esos de Los Simpson y la filosofía y esas weas, pero eso lo discutiré otro día.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Sobre las juventudes panistas y sus 75 años

Retomando algunas ideas de mi texto anterior, sobre cómo las críticas suelen no sólo ser tomadas a mal, sino que muchas veces ni siquiera las críticas se hacen sobre los puntos pertinentes y podemos terminar haciendo el ridículo, hay otro caso que parece paradigmático y que es un poco más delicado, sobre todo por los sucesos de hace algunos meses. 

Este caso no es tan nuevo, pero después de pensarlo brevemente me di cuenta de por qué la mayoría de las personas que criticaban a los jóvenes panistas de Jalisco que tenían afinidades con la ideología nazi, lo hacía porque ellos mismos no eran "arios" ni de "raza pura" y les endilgó el epíteto de "morenazis", o sea: nazis morenos. Lo interesante es que el mismo insulto contra estas personas sigue estando impregnada de clasismo y racismo, y de hipocresía, pues al reclamarles que fueran morenos y que eso les imposibilitaba ser fascistas o racistas y que ademas los hacía moralmente inferiores, ignorantes y hasta idiotas, y pues sí, pero hay que criticarlos no por se morenos, sino por ser neo-nazis. (Olviden la nota y vayan directo a los comentarios para que vean a que me refiero). 

Quienes esgrimían estas críticas lo hacían desde cómoda posición de supuesta superioridad moral e intelectual pero iban dejando ver sus verdaderos prejuicios e ideas, y además su ignorancia en dos sentidos. Una de las principales críticas -y de las mas obvias- eran los malabares teóricos que tenían que hacer para justificar su presencia y su ideología en un país como México, un país que es mestizo, pero cuyo mestizaje es parte de un mito nacional que justifica la dominación de unos y la exclusión de otros (de los indígenas principalmente, pero también de los descendientes de los africanos, nuestra "tercer raíz" que nadie recuerda nunca). 

Pero había más problemas, por ejemplo, cómo conciliar el fascismo con la religión católica, no es que sean completamente excluyentes entre sí, pero su relación no es clara ni sencilla, el fascismo construye sus propios mitos pero rechaza justamente las religiones organizadas que conocemos hasta ahora, porque justamente son parte de las fuerzas que embrutecen y someten al pueblo. 

Hablaban del "nacionalhumanismo" para mediar esta contradicción, el nacionalismo obviamente es el componente fascista que exalta la nacionalidad y la pertenencia a un grupo "selecto" y "superior", y el humanismo es el elemento católico de su ideología, humanismo que curiosamente en su sentido amplio de católico es incluyente y universal. La mera idea de un "nacionalhumanismo" una contradicción fuerte pero que pasa inadvertida, es decir es manipuladora, como la contradicción entre el Nacional Socialismo de los Trabajadores, es decir, los fascistas que buscan llevar a sus filas al proletario lumpen que usan como carne de cañón.

Cualquiera que haya estudiado mínimamente la historia del Partido Acción Nacional descubrirá sus filias y fobias bien delimitadas desde su origen: católicos, reaccionarios, judeofobos y xenófobos, que se encuentran desde sus documentos fundacionales, mezclados con ideas supuestamente progresistas como democracia, libertad, progreso, humanismo, etcétera. 

Criticarlos por "morenos" o por no ser parte de la "raza superior" y que esto signifique una contradicción ontológica absoluta que les impide ser nazis, fascistas o racistas es una fantasía muy ingenua o bien intencionada. Cualquiera que haya leído un mínimo sobre el nazismo, o sobre otros regímenes fascistas y totalitarios sabe que la limpieza étnica y las supuestas "razas superiores" siguen dependiendo de alguna manera  de las razas "inferiores": 

- A los enemigos que hay que combatir como símbolo de todo lo que está mal y de todo lo que representa peligro: los necesita ideológicamente para justificar sus acciones; 
- A las "razas inferiores" las necesita dentro de la lógica del Amo y el Esclavo de Hegel, cuando habla de la alienación del Amo con el mundo, se separa de ella de tal manera que depende de los Esclavos para las cosas más simples y cotidianas, sería ingenuo pensar que la idea es eliminarlos a todos, borrarlos del mapa, al contrario, necesitad de esos "inferiores" para poder vivir cómodamente como superiores; es más 
- En otras "razas inferiores" encontraban aliados y colaboradores, a los que les pueden dar la posibilidad de tener cierta independencia siempre y cuando rindan pleitesía a la "raza superior" y si responde a las necesidades específicas de sus "superiores". Algunos africanos colaboraron con los nazis, incluso algunas de sus víctimas como polacos, algunos gitanos, y paradójicamente hasta algunos judíos. 

Pero hubo otros colaboradores que lo hicieron profusamente y de buen ánimo, y esto causa escozor entre personas particularmente militantes, fanáticas e ignorantes, pero los árabes, y particularmente los árabes de lo que entonces era parte del Imperio Otomano, los ahora llamados árabes palestinos, o simplemente palestinos colaboraron con los nazis en algunas tareas de la Solución Final. Si no me creen averigüen quién fue Haj Amin al-Husseini, Gran Mufti de Jerusalem en el periodo de entre guerras y hasta mucho después del final de la Segunda Guerra Mundial. 

Pero, ¿por qué no hubo una reacción más fuerte? ¿Por qué no hubo una reacción mas clara para rechazar el nazismo o el neonazismo? ¿Por qué todo se concentro en la burla y en la descalificación por no cumplir con los requisitos para ser "arios" y "superiores"? 

Porque en el fondo en México sigue existiendo un profundo sentimiento de aversión y rechazo a los judíos, ahora llamado anti-sionismo, para hacerlo lucir políticamente aceptable, y porque la nueva teoría de la conspiración dice que los judíos no son "semitas reales" como lo son los palestinos (deberían decir árabes, pero no hay modo de abordar el diálogo, menos de hacer aclaraciones de tono o detalles)... y que los judíos son los antisemitas y los súper nazis, y bueno, sin darse cuenta arman sus argumentos hablando de razas puras y razas inferiores, originales e invasoras, legítimas y farsantes... 

Además de esta versión soterrada de la eugenesia se han dedicado a recuperar viejos mitos y actualizarlos como los supuestos secuestros, antes era para el asesinato ritual, o los mitos de dominación mundial, que antes conocimos como Los Protocolos de los Sabios de Sión, ahora no tiene un nombre como tal pero su esencia se percibe en muchos lados contra el Nuevo Orden Mundial, la Francmasonería, la geopolítica que raya en las teorías de la conspiración y que supuestamente tienen fundamentos teóricos muy firmes, pero sin ningún pudor mezclan ciencia con pseudo ciencia, periodismo libre que denuncia pero nunca demuestra, etcétera y etcétera (algún día tendré que escribir sobre eso).

Lo que es preocupante y que no llamó tanto la atención entre un amplio sector de la sociedad, aquella que se identifica como "la izquierda" o los "progresistas", es que no hubo un rechazo tanto del nazismo o del fascismo ni de las actitudes anti-judías, porque en el fondo muchos de los que criticaron a los jóvenes panistas comparten esas ideas y prejuicios. Lo que les hizo ganarse la mala reputación fue la supuesta incongruencia entre ser moreno y ser fascista, entre ser moreno y ser racista. Pero así como se puede ser judeofobo desde la derecha también se puede ser desde la izquierda -y últimamente se es principalmente desde la izquierda-. Así como se puede ser racista siendo moreno o negro... Lo que causó incomodidad fue que expresaran sus ideas (compartidas) desde la trinchera de enfrente, esa que sin importar lo que haga o diga, por ser la de "los otros" siempre está mal y siempre está equivocada. 

Además, resulta preocupante que todo lo que sabemos con claridad de los nazis en México se limite al periodo entre guerras y la Segunda Guerra Mundial, y los años siguientes, pero estén en completa oscuridad las ocurrencias actuales, es decir, no es la primera vez que algo así pasa, ni que nos enteremos de la existencia de personajes que estén ligados a ésta forma de pensamiento y a éste partido político en específico, otras veces han callado los escándalos con mayor efectividad, otras veces con mayor torpeza, el caso es que hay continuidad en ello y sabemos muy poco de los nazis y los neo-nazis mexicanos después de los años 50, y mucho menos después de la Guerra Sucia. No tenemos suficiente información de cuál es la posición oficial del PAN frente a estos hechor recurrentes más allá de cuando lo rechazan cuando las circunstancias lo exigen, pero ¿por qué esa extraña recurrencia? 

Y ya, porque si no esto se pone muy sospechosista y he andado un poco moralino en esta y la entrada anterior. 

Un dato que puede ser clave: intentar investigar sobre la faceta fascistas o súper nazi de José Vasconcelos es toda una aventura pues es casi imposible encontrar información sobre eso, o sobre su semanario Timón. Porque sí, es algo que debería causar vergüenza nacional, pero que no lo superaremos si no lo comprendemos y estudiamos, y en cambio lo seguimos poniendo debajo del tapete como a muchos de los elementos vergonzosos de nuestra historia reciente, u olvidarse de ellos: las carreras políticas o de posible "servicio público" de esos jóvenes panistas se ha terminado o está seriamente comprometida con arreglos políticos y la apuesta al olvido, o simplemente, cuando pase el escándalo político inventarse otros. 

Esta entrada llegó a ustedes gracias a la falacia ad ignorantiam porque al señalar la ignorancia de los críticos sobre algunos elementos necesarios en la discusión desestima sus argumentos, lo cual no significa que yo celebre la existencia de los neo-nazis en el PAN, y que use una falacia no quita que mi argumento sea bueno o válido: porque la crítica por incongruencia es menos relevante que la crítica frente al pensamiento selectivo e intolerante de unos y otros. 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Lo que criticamos y cómo lo hacemos

En otras ocasiones he hablado de lo importante que es la crítica y del bajo nivel de tolerancia que tenemos para escucharla, ya no digamos para aceptarla y no tomarlo como una agresión personal, pero como todas las cosas humanas, o que implican la relación entre dos o mas personas es un asunto de dos sentidos, no sólo se trata de que el otro acepte las críticas que le hacemos, es vital saber hacer buenas críticas, porque es importante que las hagamos. 

Pero la cosa no se reduce al simplista "el que este libre de pecado que lance la primera piedra" porque esa es una de las estrategias mas chafas para bloquear la crítica, pues establece una condición inicial casi imposible para cualquiera, pues todos somos sujetos de crítica como somos sujetos que podemos criticar y pedir que no seamos criticables para poder criticar es simplemente un absurdo. El argumento es este: hay que saber qué criticamos y cómo, de otro modo podemos quedar como unos tontos, en el mejor de los casos, o como unos hipócritas, gazmoños, fariseos como en la mayoría de los casos que vemos en las "redes sociales". 

El primer caso que puedo usar de ejemplo es uno que sucedió hace muy poco. El de un ex funcionario panista que llamo "simio" a un futbolista (y por puras ganas de joder aquí pongo de nuevo la imagen): 



No justificaré las expresiones de Carlos Treviño Núñez, el ex funcionario en cuestión, que son lamentables por donde se les vea. Lo curioso es que toda la gente que se indignó y que respondió con críticas muy viscerales y con mas insultos que buenos argumentos es la gente que piensa que el fútbol es sólo pan y circo, que los equipos y espectáculos están amañados porque son de una mafia que se dedica a embrutecer a la gente y cobrar sus ganancias... ah, y en año nuevo brindan ¡Por el mal! (fx de risa diabólica). 



No mames, es que coincide desde el principio en la justificación de que "trata de ser tolerante, pero..." (y con ese pero ya sabes que no va a ser nada tolerante), el uso de las mayúsculas para resaltar sus sentimientos, y hasta la justificación de este panista se la he escuchado a montones de marxistas e izquierdistas e intelectualoides que se escandalizaron con que llamara "simio" a alguien (olvidando que ellos a veces, también lo han hecho, y contra otros futbolistas, o contra los fans, pero ahí opera el clasismo entonces está bien decir que "estos ignorantes que ven el fútbol" y que "mejor apaguen la tele y lean un libro", pero ellos tampoco leen). 

Las expresiones que usó Treviño Núñez para insultar a Ronaldinho y para descalificar el fútbol como espectáculo son el mismo tipo de expresiones que usan los "bien pensantes" y "progres" que detestan el fútbol, y las usan contra los jugadores, contra los fanáticos, contra el espectáculo. Pero que se rasgan las vestiduras a propósito de las desafortunadas expresiones del panista (o de los panistas). Parecería que el problema es que alguien más, alguien del bando contrario o enemigo, use sus mismas expresiones e ideas, parece que verse reflejado en el espejo del contrario es lo que causa una especie de regodeo mal sano y se curan en salud, o ponen sus barbas a remojar o el refrán que mejor les parezca. 

Por supuesto que la actitud y las expresiones del panista son cuestionables y reprobables, como, me parece a mi, es rechazar sin más sus expresiones y sobre todo si lo hace quienes en otras ocasiones se han expresado de la misma manera del mismo tipo de espectáculo y de personajes públicos, el fútbol y los futbolistas). Tenemos que criticar a Treviño Núñez por su falta de sensibilidad y por su falta de empatía, sobre todo porque es un ex funcionario público que estuvo a cargo de áreas de desarrollo social, es decir, es grave porque estuvo al frente de la Secretaria de Desarrollo Social del municipio de Querétaro entre 2006 y 2009. 

Es alguien que estaría en contacto con personas menos afortunadas y marginadas, población indígena, indigentes, madres solteras, etcétera. Alguien en una secretaría que necesita de cierta sensibilidad y de mucha empatía, que alguien reaccione así en un momento de desesperación es comprensible, pero nos debería poner a pensar en si los políticos y los servidores púbicos tienen verdadera vocación de servicio o más bien se quieren servir de lo público. No es la primera vez que un panista dice algo insensible contra quienes son los destinatarios de su servicio público, y que además, también es de la SEDESOL, pero ese era de Michoacán. 

Todo mundo se pone como loco y se desespera en el tráfico, muchos conocidos lo hacen, eso no está mal en sí. Está mal en sí usar insultos racistas y sobajar a los que piensan distinto a uno, pero eso lo hacen todos -los panistas y todos los demás (estuve tentado a buscar algunas capturas de pantalla de amigos y conocidos que usaron las mismas expresiones antes y durante el pasado mundial pero ya eran muchas ganas de joder a todos). 

A estos personajes hay que criticarlos por lo que nos atañe, por sus puestos en el gobierno y por la incongruencia entre lo que piensan y expresan, y lo que deberían hacer por la sociedad, o el país o lo que sea, ese tipo de expresiones no deberíamos permitírselas a un funcionario público que trata con personas marginadas y desfavorecidas porque le hace falta vocación y sensibilidad. 


Lo importante de una crítica es que deja ver quienes somos, y podemos ser unos intolerantes militantes de ideas dogmáticas e irascibles, o seres pensantes que realmente pueden dialogar señalando con buenos argumentos qué es lo que consideramos bueno o malo, acertado o equivocado en cada caso, no descalificando o insultando a los demás con malos argumentos y por malas razones. Hay que aprender a criticar lo criticable, no tanto como los que ven la paja en el ojo ajeno e ignorar el tronco que traen en el trasero.