miércoles, 9 de diciembre de 2009

Un argumento

Pensaba que uno de los argumentos que más he utilizado respecto a mi desacuerdo con el vegetarianismo es que la base de la alimentación -carnívora o hervivora- es la apropiación de la energía de otros, y hasta que no los vea hacer fotosíntesis o descomposición onda las levaduras y esas weas, yo no les creo nada a los vegetarianos. Punto, así así => .

Lo cual significa por lo menos una cosa: el "maltrato animal" se "justifica" (muchas comillas onda " """""""" " e insertar señal de dedos que odio), siempre y cuando tenga una función vital e insoslayable, dejar de comer carne no implica dejar de dañar a otros seres vivos, es la paradoja, conservar la vida implica la destrucción de otras, y hablar de mataderos sensibles me parece tonto porque un matadero es eso... y sólo eso pero habría que aceptarlo como tal.


Es decir, es inaceptable el maltrato animal por moda, diversión o perversión.

Los ejemplos son claros y no diré cuales son -en parte para no meterme en un pedote jajaja-., pero la defensa animal en función de su utilidad es un argumento muy raro y en apariencia hasta contradictorio porque el animal deviene algo util o inutil, si y sólo si lo interpretan literalmente. En realidad lo pienso como un fin en sí mismo, si le ponen en el Kanal Kant. Lo curioso es que es el mismo tratamiento que le doy a la gastronomía, que es técnica por su necesidad vital insoslayable y que me sirve de base para ser MUY renuente a considerarla un fin en sí mismo -un arte-, pero en el caso del animal no es tanto un problema de la estética como sí e la ética, por ello los podemos considerar fines en sí mismos.

El argumento puede asustar a más de uno porque es reduccionista y utilitarista, reduccionista porque sólo toma en cuenta una razón: la utilidad; y por ello es utilitarista. No se por qué el utilitarismo y la razón instrumental están tan mal vistos si son parte de la técnica y de las tecnociencias como la llamada "cocina cuántica" y de la mayoría de los avances en a era atómica después de Hiroshima... ¡ah!, claro, ¡por eso!

Lo peligroso del asunto es que parte de ese maltrato sin función muy discutible es la idea del animalico de compañía, las mascotas, porque si bien hacen el paro, es antinatural resguardar a un animal toda la vida, confinado a nuestro entorno, y el otro es la moda... dos aspectos que critican los de PeTA, enemigos míos naturales por su enorme hipocresía... pero que al final de cuentas, con distintas formas de argumentos y de vida, compartimos ciertas metas comunes.


Raro, ¿me estaré volviendo viejo y veo bondades entre mis
enemigos y aventuro argumentos contra mis amigos?

2 comentarios:

Alfredo SBG dijo...

Sobre el tema de la gastronomía, no sé cómo ponerlo, pero sí, voy de acuerdo en que se trata más bien de un derroche técnico, pero el mundo de los sabores también requiere una sensibilización especial, tanto para apreciarlos como para producirlos. Sí la veo como una experiencia estética. En fin, que para algo práctico ¿no se podría decir que pertenece más bien al campo del hedonismo?

ignacio bazan dijo...

Que cagado que saques un tema que nadie recordó, el hedonismo. Y ciertamente este no tiene nada que ver con el arte, la experiencia estética no puede ser hedonista, porque volveria al arte un medio, y según esto así no es la onda, por lo tanto, que la técnica gastronómica sea o no sea hedonista la aleja aun más del arte, a menos que José o Amaro tengan algo que decir en contra.

El onanismo es hedonista, pero hasta donde se, nadie lo consideraun arte... o quizás sí. Pero es dicutible.