Tanque y rol hermaaaaano

Llevaba años prometiendo esta entrada y no se bien por qué nunca la subí -en parte porque nunca la terminé y en parte porque me daba hueva organizar las fotos y todo eso-, en esta versión intenté que todo estuviera lo más claro posible, acorte el rollo banal y doy sólo la información necesaria.

Si ustedes son entusiastas de la fotografía de verdad y no las weas digitales y esas cosas y quieren empezar a revelar sus propios rollos esto les interesa, son...

Las diferencias entre un tanque de metal y uno de plástico...

Ok, vamos por partes, un tanque es un depósito con espirales y tapas diseñado de tal manera que deja entrar y salir líquidos pero no luz. En la espiral ponemos la película -esto hay que hacerlo en completa oscuridad, y luego la depositas en el tanque y lo cierras para que no le entre luz; después ya con luz y todo puedes empezar a revelar el rollo, pero de eso y de algunos trucos llaneros hablaré otro día. La decisión entre usar un tanque de metal y uno de plástico no es irrelevante... y como ya vimos también se puede revelar en cubetas. Veamos las diferencias, ventajas y desventajas de cada uno.

Tanque de metal.

El tanque de metal es recomendable si y solo si tienen suficiente paciencia para poner la película en la espiral, hay que acomodarla en el centro de la misma e ir enrollando manualmente toda la película, pero si no la acomodan bien se puede pegar en algunos tramos y echar a perder. La práctica con rollos velados o mal revelados es recomendable antes de hacerlo en completa oscuridad o en una bolsa de cambios/camisa negra.

Tiene varias ventajas el tanque de metal, una de ellas es que aunque se raye y se maltrate no conserva depósitos de químicos, así que con una buena lavada después de cada vez que lo usen les asegura revelados de calidad. Otra ventaja es que se puede calentar y enfriar con más facilidad y controlar la temperatura de los químicos, esto suena muy maniático, pero las temperaturas de los químicos no son mera sugerencia, usarlos adecuadamente distinguen a un fotógrafo aficionado de uno profesional.

Son tanques más pequeños y por lo mismo necesitan menos químicos para revelar los rollos y tiene menos piezas:

Las tapas.

Las espirales.

El tanque mismo... y ya.

Desventajas, si maltratan mucho sus tanques y espirales, como dejarlos caer o golpearlos deforma las espirales y los tanques,
una espiral chueca es mas o menos inútil porque se pegarán sus rollos y echarán a perder sus fotos.

Una clara desventaja es que tienen una sola rendija para dejar entrar y salir el liquido y el aire, así que cuando viertan sus químicos se harán algunas burbujas y no es muy claro cuando se llena el tanque y puede ser un poco lento para llenarlo, lo recomendable es inclinarlo y que el químico entre por abajo y por arriba salga el aire. Para que no se desparrame midan en un recipiente aparte la cantidad exacta para llenar el tanque y llenen ese recipiente con sus químicos y luego los pasan al tanque.

Hay que vaciarlo con calma y sin soltar nunca la tapa del tanque, pues se puede caer.

Esa es una gran desventaja es que la tapa no cierra herméticamente, por lo que si lo manipulan con rudeza pueden tener algunas chorreaduras por aquí y por allá, o que cuando lo ponen bajo el agua para el baño inicial o el baño de paro, si es mucha la presión del agua puede botar la tapa que no cierra herméticamente o si llenan demasiado el tanque también la puede botar, o se puede caer si lo voltean muy bruscamente,
lo mejor es sostenerlo con las dos manos, una en el cuerpo del tanque y la otra en la tapa para agitarlo o para vaciarlo.

Para agitarlo

hay que sostener la tapa firmemente.

Las espirales no solo son delicadas en cuanto al uso rudo, la ventaja es que no se les quedan sedimentos de químicos, pero no se puede cambiar su tamaño.

Necesitaran un tipo de espiral diferente para cada formato de rollo que usen,

y en un tanque mediano caben dos espirales de 35mm

pero solo una sola espiral de 120.

El tanque de metal aunque puede ser una monserga para enrollar la película en la espiral y hay que cuidarlos bastante más tiene una ventaja enorme: da mejor definición al negativo, no se bien como explicarlo, pero quedan mejor, mas definidos, quizás porque es mas limpio y los químicos no se mezclan, pero no sé si es exactamente por eso.

Tanque de plástico.

El tanque de plástico es recomendable para principiantes y procesos rápidos y vienen en muchos formatos.Tiene varias ventajas pero las desventajas son claras e importantes.

Las ventajas son que, las espirales no se deforman ni se echan a perder tan fácilmente, y que tienen el sistema rotatorio ese que enrolla solito la película, es decir, solo hay que acomodar el principio de la película en las pestañas y en un par de balines y moviendo un lado de la espiral va metiendo la película poco a poco pero pareja.

Esto permite cargar muy rápido y de manera muy sencilla la película en la espiral y depositarlas en el tanque pero no olviden la pieza central del tanque donde se montan las espirales porque se vela el rollo sin ello.

Y hay que cerrarlo,

enroscándo la tapa con cuidado pues si queda mal es una hueva acomodarlo. Hay que hacer las cosas con calma para no hacerlas dos veces.
En el borde del tanque tiene un hule que sella el tanque y no permite que se derramen los líquidos. Esa es otra gran ventaja: todos los tanques de plástico cierran herméticamente

y es imposible que la tapa se bote a menos que lo dejen caer o se golpeé muy fuerte con algo (básicamente se tiene que romper la tapa);

además, en el centro de la misma hay un espacio para poner los químicos y tiene una salida más para el aire,

por lo que llenarlo y vaciarlo es más rápido y es más fácil darse cuenta de cuando se llenan si lo hacen al tanteo.

La mayoría de los tanques de plástico incluyen en bonito aditamento para mover las espirales,

esto es cómodo sólo para no agitar todo el tanque pero es una hueva estar moviéndolo.

Es mejor agitarlo.

En general en la parte de abajo tienen una tabla de referencias de la capacidad del tanque en ml y onzas si mal no recuerdo,

así que la pueden consultar antes o si el tanque está vacío, darle la vuelta a un tanque lleno no es recomendable.

Si se rompe el tanque no es nada que un buen parche

de cinta de aislar

y cinta canela no puedan arreglar.

Usar ambos tipos de cinta asegura que quede bien sellado el tanque.

Las desventajas. Para empezar, si se rompe lo pueden arreglar de emergencia, pero lo mejor es cambiarlo, son más baratos que los de metal así que no debería ser un gran problema. El problema de trabajar con tanque roto es que se pueden salir los químicos y puede entrar luz, por mínimo que sea, siempre es una joda y modifica los resultados. Necesitas más químico para llenar cada tanque (de hecho si no lo llenas puedes revelar la mitad del rollo superior o menos) y hay que moverlo constantemente porque tarda más en reaccionar la película con los químicos por las diferentes temperaturas. No tienes posibilidad de subir la temperatura del tanque de manera sencilla, bajarla sí: poniéndolo en agua fría o incluso hielo, pero para elevar la temperatura hay que usa el Baño María, o ponerlo dentro de agua caliente y mantenerlo tibio es una hueva,

OJO: NUNCA LO METAN A UN MICRO ONDAS NI LO PONGAN DIRECTAMENTE AL FUEGO.

Cuando se raya, guarda sedimentos, de químico o de jabón, y eso modifica los resultados, en general son un poco más sucios y en los negativos se nota. También, lavar las espirales bien es una joda, conforme se van haciendo viejas y se van llenando de químicos se ponen negras (aunque las laven muy muy bien) y también el plástico se puede cuartear con el paso del tiempo, un buen tanque puede durar más que las espirales, afortunadamente venden espirales por separado, tanto de plástico como de metal.

La ventaja de las espirales de plástico es que pueden usar una misma espiral para los diferentes formatos,

ya que son ajustables las dos tapas de la espiral.

Y pues ya, básicamente eso es todo lo que hay que decir de tanques, así que es muy probable que esta entrada termine siendo bastante anticlimática, tanto prometer que iba a publicarla y terminar diciendo un montón de cosas que son mas o menos obvias, pero nah, al diablo.