viernes, 19 de julio de 2013

Apunte marginal

Hace unos días platicaba con alguien, no es que me lo reserve, es que no recuerdo quien era, a cosa es que hablábamos de lo que él llamaba la "indignación de sofá", que es diferente al iLiketivismo. En el segundo el iLiketivista se limita a expresar su indignación y sus ganas de hacer su revolución por medio de las redes sociales, cree que es suficiente transmitir mensajes y compartir información en las redes sociales sin llevar su compromiso más allá, es decir no necesariamente salir a la calle a marchar, o no necesariamente subirse a la sierra y rifarse como es debido. 

El "indignado de sofá" no es como los otros indignados que va y hacen un campamento en plazas públicas y ocupan esos espacios para manifestar, bueno, no se qué porque la indignación es un buen comienzo pero no es un fin, esta bien mostrarse indignado y señalarlo, pero ello debería conducir necesariamente a la acción, cualquiera que sea. Finalmente creo, puedo estar equivocado, pero la indignación es pasiva, y sumamente reactiva, y no, no se necesita más de eso para hacer la famosa y tan manoseada revolución, o eufemísticamente: EL cambio social. 

El "indignado de sofá" esta indignado pero ni siquiera sale de casa y ni siquiera participa del supuesto debate e intercambio de ideas que se da en las supuestas redes sociales, pues esos intercambios solo radicalízan, los involucrados reafirman sus ideas y buscan imponerse a los demás sin escuchar/leer lo que los otros están exponiendo, es en pocas palabras perfectamente inútil. El "indignado de sofá" ni siquiera eso, quizás vocifere y exprese su indignación y su opinión mientras lee el periódico o en una conversación. Nada más. 

No estoy diciendo que yo haga algo más, ni siquiera estoy seguro ya de que estas ideas quepan en este blog que se había especializado en fotografía llanera y experimental, y algunas reseñas de libros, pero justamente mi punto es que hay un punto medio entre hacer en serio las cosas o no hacerlas, y que hablar de hacerlas en el fondo es no hacer nada. Ya sea iLiketivista o "indignado de sofá"... porque en el fondo el tipo de acciones que hay que tomar es el tipo de cosas que no se dice que lo vas a hacer, lo haces, desapareces un buen día y pasas a la clandestinidad (y ya, y seguro con esto podría quedar etiquetado y ser sujeto de espionaje, pero si de verdad yo fuera a unirme a una guerrilla, pues me uno y ya, no bloggeo sobre eso, no hago iLiketivismo ni me quedo en la sala de la casa). 

Había escrito algo sobre ello hace unos meses, el día de la revolución, es la entrada en que recomendé/reseñé unos cuantos libros sobre algunas posibles consecuencias de asumir una actitud más activa en ese "cambio social", o revolución, que debería ser el nombre (la entrada es ésta). 

Pero también sé que no me hacen caso, muchas veces he dicho un montón de cosas que a los tantos meses, a veces años, les cae el 20 y resulta que es lo más obvio y de dominio público. Es más, muchos iLiketivistas e "indignados de sofá" ya ni leen este blog, pero no pierdo nada con recomendarles este blog y sobre todo esta entrada

Tengo la impresión de que esta chica -bueno, ya no TAN chica- es más o menos mi contemporánea de FFyL y seguramente conocemos gente en común pero no la termino de ubicar muy bien, pero en su blog hay muchas reflexiones muy interesantes e importantes sobre los suceso de verano del año pasado y de como al final no pasó nada de nada, digamos que las entradas de 2009, 2012-13. 

Me gusta en parte de su conclusión final 

Cuando no puedes trabajar en nada más, hay que trabajar en la revolución. Pero trabajar en la revolución es un suicidio. Cualquiera puede matarte en cualquier esquina y robarte el dinero, una víctima más de la delincuencia en la ciudad. O atropellarte, una víctima más del tránsito. Por supuesto, primero intentarán vías más civilizadas como sabotear o pervertir tu supuesta revolución.

y sobre todo la frase: 

Y si nadie te persigue, entonces man, no estás haciendo una revolución.

es aniquiladora, no hay más, pero es verdad. Como dijo en una platica de bienvenida de Alfabetización del Cole Madri cierta maestra con la que tuve mis diferencias teóricas, pero esto nunca se lo discutí: los tibios no se comprometen... y por eso el mundo no arde en llamas pero hay pequeños esfuerzos que hay que celebrar y apoyar. 

No sé, no sé ni siquiera porque escribí esto, pero espero que pronto tenga sentido. 

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