lunes, 18 de julio de 2011

Cuatro notas breves

i.
El primer ejemplar que leí de Ficciones de Borges es de mi padre, después de un par de leídas preferí leer/destrozar un ejemplar que fuera mío y que no me valiera reclamos y reproches porque el suyo es el ejemplar que usaba en su seminario de Borges del posgrado de la FFyL.

Y bueno, pues ahora que estuve trabajando sobre hipertextos pensaba en qué hipertextos podían servir para ilustrar un par de ideas y pensé de inmediato en Cortazar y Borges. Ya que volví a pensar en "El jardín de los senderos que se bifurcan" quise re-leerlo, pero no más no encontré mi ejemplar.

Lo usé mucho durante un tiempo, el mismo tiempo en que el cuento obsesionó (literalmente) a MLabadie y lo discutimos mil veces antes de que se fuera a París, sólo que nos centramos en los aspectos metafísicos y matemáticos pero no lo hipertextual del cuento; y con el Sr. Spilbergo lo habré discutido un par de veces en la época del Docu-metal -ahí sí: sobre hipertextualidad-, pero para entonces ya no tenía mi ejemplar...

No se que hice con él, diré que lo perdí...

ii.
Creo que hay una tercera forma de leer Rayuela, lo tengo que poner a prueba ahora que tenga días de descanso, ya lo leí "en orden" y "en desorden", pero es casi lo mismo.

Ciertamente la novela es un hipertexto pero no es perfecto, ya que la secuencia es la misma leas como leas la novela -de corrido o con los artículos extra siguiendo "El tablero de direcciones"-, a menos que sigas a veces sí y a veces no "El tablero de direcciones", y eso es lo que quiero probar en esta tercera leída. El jardín del cuento de Borges es un hipertexto -porque en realidad es un texto y no el jardín-, puedes seguirlo de muchas maneras y no siempre llegas a la misma conclusión y tampoco te sales nunca de los límites del propio jardín/texto, lo importante ahí es lo infinito-, ideas también presentes en El libro de arena, Funes el memorioso y El Aleph (entre otros), pero ninguno de estos cuentos es en sí hipertextual.

iii.
Lo más raro es que hace un par de años justamente el seminario que da mi padre lo enfocó a comparar a Borges y Cortazar, precisamente Ficciones y Rayuela, y ahora que platicamos de eso me dijo que no se le había ocurrido lo que le exponía, es eso, o me estaba dando el avión para no herir mis sentimientos cuando me diera cuenta de que lo que escribí eran un montón de obviedades.

iv.
Temo que debo insistir, nunca presten/regalen libros que puede que quieran re-leer... menos si es a la misma persona (creo).

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