martes, 22 de noviembre de 2022

Ser parte de una Bolita

 Por distintas razones me he ido desprendiendo de mi cuenta en Twitter, todavía no la abandono del todo porque la abrí para ayudar a EPriani a promover las Ráfagas de Pensamiento, que aún transmite Radio UNAM, y eso al menos, sigue funcionando más o menos bien. 

Una de las razones de la mudanza a esta otra red social fue seguir en contacto con una querida amiga de la Facultad y algunas nuevas amistades en el mundo de las redes socio-digitales. La verdad es que a mi no me tocó ver lo peor de Twitter porque siempre tuve una cuenta pequeña, bien elegida y bien administrada, y desde hace varios años no veía el tl general, sino sólo lo de la gente que sigo desde el Tweetdeck. 

Esta otra red social me esta gustando mucho porque me recuerda cuando inicié en Twitter y tenía que hablar con los demás para hacer nuevos contactos y establecer vínculos académicos/filosóficos interesantes, tónica con la que lo sigo usando, pero mis interacciones se han vuelto más escasas aunque publico más que al principio. 

Aunque sé de la existencia de cúmulos, agrupaciones o ligas de usuarios de Twitter con ideologías francamente neo/filo f4scist4 y n4zi nunca he interactuado con ellos directamente, he visto a amigos queridos perder el tiempo intentando dialogar con quienes no debemos darles tal oportunidad. Ni me he asomado jamás al Mundo Maga o de los supremacistas. Sé que existen, y no es que los ignore, pero no tengo estómago para aguantarlos. 

Una cosa que me gusta de esta red social es que es abiertamente Antifa en un 99.99%, y eso me parece muy bien, necesario para estos tiempos que corren. Lo otro que me gusta es, como ya dije, que he tenido que interactuar más con la gente que me interesa seguir e intercambiar con ellas y ellos. Y me gusta porque me ha traído recuerdos curiosos de la primaria.

Es decir, me cambie junto con un grupo de amistades que cada vez están más cómodas y que cada vez tienen más contactos e interacciones. Yo soy tan tímido dentro de las redes socio-digitales como en el mundo real, y me recuerda a la primaria, cuando algún amigo que tenía desde preescolar trababa amistad con alguna de las bolitas de los niños y niñas populares –a finales de primaria, principios de la secundaria–, y me invitaban a pasar tiempo con sus nuevos amigos y me intentaban integrar, y yo simplemente nunca me hallaba de todo. Seguí siendo buen amigo de mis amigos de toda la via y logre hacer nuevas amistades, pero ser parte de la bolita y desenvolverme en ellas con naturalidad nunca fue lo mío. 

Conservo algunas de esas amistades desde la primaria, o antes: del preescolar; y cada una de las nuevas se ha vuelto valiosa para mi, puede que eso contribuya a modificar el enfoque con que usé las redes socio-digitales desde el principio, pero no siento que tenga una intoxicación facebuquera o tuitera, pero quizás es tiempo de moverse a otro sitio. Allá, allende sus limites, el ambiente se está poniendo bueno.

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