lunes, 24 de junio de 2013

Lluvias de verano

He escuchado a muchos amigos y conocidos quejarse de las lluvias y de los problemas que traen consigo. Incluso ha figurado en las noticias locales. Lo leo todos los días en mi timeline de Twitter. 

Sin embargo a mi no me molesta, quizás porque no estoy en la ciudad diario ni tengo que moverme por rutas complicadas en horas pico. Creo que en realidad siempre me ha gustado la lluvia de verano.

Se dice que hace mucho tiempo no teníamos un verano en serio, de hecho en DF todas las estaciones son un poco parecidas, no se distinguen tanto en el paso una de otra sino en los polos opuestos: es decir, si se nota una diferencia entre verano e invierno pero el paso de la primavera al verano o del verano al otoño no son tan rápidos, sino graduales. El verano debe ser caluroso y soleado en la mañana y llover torrencialmente en la tarde noche y amanecemos de nuevo con calor y sol.  

Me trae buenos recuerdos este tipo de veranos, sobre todo porque el último "verdadero verano" que realmente "pasé" en la gran ciudad no tenía problema con la lluvia, sus inundaciones y el tráfico que provoca. Podía salir de la Facultad de Filosofía y Letras en medio de las peores lluvias e irme cerca de la ENAP, en Xochimilco, aunque lloviera torrencialmente, aunque el tráfico estuviera de la chigada... yo tenía una meta que hacía no sólo tolerable todo eso, sino una pequeñez, estando ahí todo valía madre, incluso que luego tuviera que irme hasta el Ajusco, para hacer tareas y luego, al día siguiente clase de 7 todavía con las consecuencias y el horrible calendario de después de la huelga del 99-2000...

Lo que hace uno cuando es joven, y está enamorado.

(Archívese en "cosas que debí haberle dicho")

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