Me acabo de acordar de la Teoría sobre las Doctrinas Secretas de Platón. Básicamente esta teoría dice que Platón tenía una doctrina esotérica p externa, que enseñaba a todos por igual, y que es la que está escrita en los diálogos platónicos. Y una teoría interna, secreta, de la que sólo hablaba con sus discípulos más cercanos y que jamás escribió.
Así queda, esquemáticamente, diferenciada una de otra, la pública es lo escrito, lo secreto, y de mayor importancia, sólo se puede hablar y memorizar. Pero, ¿cuál es el fundamento de esta teoría? (Y disculpen que no cite a los principales exponentes de dicha teoría, pero no tengo los libros a la mano).
Bueno, pues que Platón dice por aquí y por allá, en realidad en muy pocos lados, que tal o cual aspecto de su filosofía ha sido discutido en otra parte –sin aclarar en qué otro diálogo o texto–,y que no es necesario escribirlo. Y como se supone que conocemos casi todos los textos platónicos, ya sea por las distintas transcripciones que nos han llegado, ya sea por los comentaristas o las menciones de otros filósofos e historiadores, podemos colegir más o menos qué diálogos tienen referencias y cruzadas y ahí, donde están los huecos, ya sea porque no conocemos el diálogo en cuestión, o porque no se conservó adecuadamente o porque no lo escribió, dicha ausencia da pie a la sospecha sobre esta doctrina secreta.
No importa que la filología y reconstrucción histórica de las doctrinas filosóficas, y de todo tipo, que son muy antiguas constantemente se encuentren con lagunas en el texto y que haga falta hacer intervenciones en este, como identificar añadidos, líneas espurias, comparar y completar distintas citas de distintos autores en distintas épocas. No, la mejor manera de abordar la cuestión es con una teoría meta textual que dice que lo que no hemos hallado es aquello que Platón no ha escrito, y la razón por la cual dice que lo ha discutido, pero no lo ha escrito, es porque deben ser sus teorías secretas, que sólo compartió con sus discípulos más cercanos y eran de suma importancia, pero eso sí, que había que mencionar de vez en cuando quién sabe para qué...
Todo esto hizo que me diera cuenta que es importante no ver al futuro sino al pasado, o hacer como que ves al pasado. Me explico.
Cuando uno escribe una tesis o un artículo académico cuando el trabajo sobre los puntos pendientes nos excede en pericia o la información que tenemos a la mano, generalmente hay que jugar a la modestia y usar frases como que tal tema queda pendiente para un mejor momento, o que desarrollarlo hasta sus últimas consecuencias necesitaría un espacio o formato que excede al que tenemos disponible en ese momento. o que quizás en el futuro podamos volver al punto y desarrollarlo como es debido o el tema lo amerita.
Vemos hacia el futuro, algún día lo escribiremos, lo señalamos para el futuro.
Ahora que me acordé de lo de las doctrinas secretas de Platón se me ocurre hacer todo lo contrario. Debemos ver al pasado, o simularlo. Cuando lleguemos a un punto como ese hay que detenerse y alardear, mencionar que ya lo hemos desarrollado y que no hace falta volver a escribirlo, sólo tener en cuenta que eso mismo, lo hemos desarrollado completo, hasta sus últimas consecuencias y con el afán preciso y suficiente, y que no hace falta volver a escribirlo, sólo mencionarlo.
Lo importante es no decir dónde esta desarrollado ni referir fuentes o citar nada. Basta con señalar que está hecho, y como una promesa o un compromiso con ese supuesto trabajo del pasado, tenemos que apurarnos a establecer la notas, desarrollar el texto, dar las conferencias y clases. Así, en el futuro lejano que alguien encuentre nuestros textos, aunque no sepa en dónde, esté seguro que tarde o temprano dará con el pasaje indicado del texto en cuestión para aclarar eso que ahí aparee sólo mencionado, de pasadita.
No hace falta la falsa modestia, pero si es necesaria una buena memoria para recordar todas las cosas que dijimos que ya hicimos y pues, hacerlas.