Pensar que la historia es La Historia y que es producto de sí misma o del movimiento de las grandes potencias, fuerzas ocultas u otra entidad similar es seguir pensando en la historia de manera teleológica, finalmente vinculada con la teología. La Historia no es una diosa, es el resultado de lo que hacen los individuos, cada uno de ellos y que mueven a la masa, al proletariado, a la nación, el país o lo que sea. Son los individuos los que deben asumir su responsabilidad, su lugar y su papel en la historia.
Pensar que las Iglesias son responsables de los actos imputables a los individuos es perpetuar la idea de la institucionalidad del abuso y del horror. Si un individuo comete un crímen debe ser perseguido y llevado a la justicia, sea quien sea, tenga la filosofía que tenga, profese la religión que profese, tenga la educación que tenga, o trabaje para quien trabaje. Y si las instituciones cubren sistematicamente dichos crímenes debemos perseguir a los individuos, pues contra las instituciones, en abstracto no puede recaer el castigo, pues no son sujetos de responsabilidad...
De otro modo estaremos como en los Juicios de Nuremberg, donde nos quisieron hacer creer que no había responsables, solo gente que hacía su trabajo y aceptaba y cumplía ordenes, de otros, pero la responsabilidad se diluía en la escala burocrática del Tercer Reich, y con ella la posibilidad de hacer justicia.
O mas simple, los gringos dicen "Odia al jugador, no al juego", cambiando lo necesario podemos decir: no culpes a las instituciones, responsabiliza a los individuos. Las instituciones no son agentes del cambio, al contrario, los individuos sí lo son, de la misma manera que la instituciones no son sujetos de responsabilidad, pero de nuevo: los individuos sí lo son.
Buen año para todos, pero si a alguien le hace falta esto, pues adelante:
Pronto, más cosas de fotografía y así.