El jueves en la noche, en la inauguración de la exposición de Violeta, conocí a la madre de D- (de quién hable sin decir mucho de él acá ni explicar públicamente el por qué de esa reflexión)... me sorprendió su personalidad fuerte y serena, quizás un poco impositiva pero no agresiva... revivió viejos recuerdos, buenos y malos por igual...
En fin me recordó mucho a su hijo, eso y el auto retrato de mi tío Toto, que le regaló a mi madre –y que ella puso detrás de mi escritorio y que me vigila cuando trabajo–, me recordaron una lección muy importante para mi.
Creo que debería retomar la fotografía, al menos de manera terapéutica.
sábado, 6 de agosto de 2016
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