Regresamos del Congreso Internacional de Filosofía (yo pensé que era nacional, pero no, es internacional).
Todo bien, así nos sentimos ahora:
Recordé porque suelo evitar a ciertos tipos de filósofos (mujeres y hombres) y los congresos y otras reuniones de este tipo, se siente más un ambiente de competencia que de colaboración y de encuentro para el intercambio de ideas y experiencias.
Pronto noticias.
miércoles, 9 de abril de 2014
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2 comentarios:
Pues en cada rama hay competencia. El complejo de inferioridad es agudo en todas las ramas. No por nada hay tanto conflicto. La envidia es cabrona. Los terapeutas recuerdan la Guerra de los 30 años, todos los críticos de cine se odian entre ellos y de los religiosos es mejor no decir porque creen que todos están por debajos de sus prácticas... En la academia es más triste porque se supone que leen y aprenden de los dogmas ciertamente.
Efectivamente es más triste porque uno supondría que debería haber mas colaboración e intercambio sin más condiciones que el puro compromiso con la verdad, como idealmente debería ser en un ambiente universitario.
El problema no es tanto la visión grupal o de gremios, finalmente esto es parte de la universidad medieval que continuó hasta la universidad de nuestros días, el problema es la visión patrimonialísta no sólo de los recursos que la universidad reparte, sino también de los temas y de las ideas que se desarrollan al interior de ésta.
Saludos.
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