Retomando algunas ideas de mi texto anterior, sobre cómo las críticas suelen no sólo ser tomadas a mal, sino que muchas veces ni siquiera las críticas se hacen sobre los puntos pertinentes y podemos terminar haciendo el ridículo, hay otro caso que parece paradigmático y que es un poco más delicado, sobre todo por los sucesos de hace algunos meses.
Quienes esgrimían estas críticas lo hacían desde cómoda posición de supuesta superioridad moral e intelectual pero iban dejando ver sus verdaderos prejuicios e ideas, y además su ignorancia en dos sentidos. Una de las principales críticas -y de las mas obvias- eran los malabares teóricos que tenían que hacer para justificar su presencia y su ideología en un país como México, un país que es mestizo, pero cuyo mestizaje es parte de un mito nacional que justifica la dominación de unos y la exclusión de otros (de los indígenas principalmente, pero también de los descendientes de los africanos, nuestra "tercer raíz" que nadie recuerda nunca).
Pero había más problemas, por ejemplo, cómo conciliar el fascismo con la religión católica, no es que sean completamente excluyentes entre sí, pero su relación no es clara ni sencilla, el fascismo construye sus propios mitos pero rechaza justamente las religiones organizadas que conocemos hasta ahora, porque justamente son parte de las fuerzas que embrutecen y someten al pueblo.
Hablaban del "nacionalhumanismo" para mediar esta contradicción, el nacionalismo obviamente es el componente fascista que exalta la nacionalidad y la pertenencia a un grupo "selecto" y "superior", y el humanismo es el elemento católico de su ideología, humanismo que curiosamente en su sentido amplio de católico es incluyente y universal. La mera idea de un "nacionalhumanismo" una contradicción fuerte pero que pasa inadvertida, es decir es manipuladora, como la contradicción entre el Nacional Socialismo de los Trabajadores, es decir, los fascistas que buscan llevar a sus filas al proletario lumpen que usan como carne de cañón.
Cualquiera que haya estudiado mínimamente la historia del Partido Acción Nacional descubrirá sus filias y fobias bien delimitadas desde su origen: católicos, reaccionarios, judeofobos y xenófobos, que se encuentran desde sus documentos fundacionales, mezclados con ideas supuestamente progresistas como democracia, libertad, progreso, humanismo, etcétera.
Criticarlos por "morenos" o por no ser parte de la "raza superior" y que esto signifique una contradicción ontológica absoluta que les impide ser nazis, fascistas o racistas es una fantasía muy ingenua o bien intencionada. Cualquiera que haya leído un mínimo sobre el nazismo, o sobre otros regímenes fascistas y totalitarios sabe que la limpieza étnica y las supuestas "razas superiores" siguen dependiendo de alguna manera de las razas "inferiores":
- A los enemigos que hay que combatir como símbolo de todo lo que está mal y de todo lo que representa peligro: los necesita ideológicamente para justificar sus acciones;
- A las "razas inferiores" las necesita dentro de la lógica del Amo y el Esclavo de Hegel, cuando habla de la alienación del Amo con el mundo, se separa de ella de tal manera que depende de los Esclavos para las cosas más simples y cotidianas, sería ingenuo pensar que la idea es eliminarlos a todos, borrarlos del mapa, al contrario, necesitad de esos "inferiores" para poder vivir cómodamente como superiores; es más
- En otras "razas inferiores" encontraban aliados y colaboradores, a los que les pueden dar la posibilidad de tener cierta independencia siempre y cuando rindan pleitesía a la "raza superior" y si responde a las necesidades específicas de sus "superiores". Algunos africanos colaboraron con los nazis, incluso algunas de sus víctimas como polacos, algunos gitanos, y paradójicamente hasta algunos judíos.
Pero hubo otros colaboradores que lo hicieron profusamente y de buen ánimo, y esto causa escozor entre personas particularmente militantes, fanáticas e ignorantes, pero los árabes, y particularmente los árabes de lo que entonces era parte del Imperio Otomano, los ahora llamados árabes palestinos, o simplemente palestinos colaboraron con los nazis en algunas tareas de la Solución Final. Si no me creen averigüen quién fue Haj Amin al-Husseini, Gran Mufti de Jerusalem en el periodo de entre guerras y hasta mucho después del final de la Segunda Guerra Mundial.
Pero, ¿por qué no hubo una reacción más fuerte? ¿Por qué no hubo una reacción mas clara para rechazar el nazismo o el neonazismo? ¿Por qué todo se concentro en la burla y en la descalificación por no cumplir con los requisitos para ser "arios" y "superiores"?
Porque en el fondo en México sigue existiendo un profundo sentimiento de aversión y rechazo a los judíos, ahora llamado anti-sionismo, para hacerlo lucir políticamente aceptable, y porque la nueva teoría de la conspiración dice que los judíos no son "semitas reales" como lo son los palestinos (deberían decir árabes, pero no hay modo de abordar el diálogo, menos de hacer aclaraciones de tono o detalles)... y que los judíos son los antisemitas y los súper nazis, y bueno, sin darse cuenta arman sus argumentos hablando de razas puras y razas inferiores, originales e invasoras, legítimas y farsantes...
Además de esta versión soterrada de la eugenesia se han dedicado a recuperar viejos mitos y actualizarlos como los supuestos secuestros, antes era para el asesinato ritual, o los mitos de dominación mundial, que antes conocimos como Los Protocolos de los Sabios de Sión, ahora no tiene un nombre como tal pero su esencia se percibe en muchos lados contra el Nuevo Orden Mundial, la Francmasonería, la geopolítica que raya en las teorías de la conspiración y que supuestamente tienen fundamentos teóricos muy firmes, pero sin ningún pudor mezclan ciencia con pseudo ciencia, periodismo libre que denuncia pero nunca demuestra, etcétera y etcétera (algún día tendré que escribir sobre eso).
Lo que es preocupante y que no llamó tanto la atención entre un amplio sector de la sociedad, aquella que se identifica como "la izquierda" o los "progresistas", es que no hubo un rechazo tanto del nazismo o del fascismo ni de las actitudes anti-judías, porque en el fondo muchos de los que criticaron a los jóvenes panistas comparten esas ideas y prejuicios. Lo que les hizo ganarse la mala reputación fue la supuesta incongruencia entre ser moreno y ser fascista, entre ser moreno y ser racista. Pero así como se puede ser judeofobo desde la derecha también se puede ser desde la izquierda -y últimamente se es principalmente desde la izquierda-. Así como se puede ser racista siendo moreno o negro... Lo que causó incomodidad fue que expresaran sus ideas (compartidas) desde la trinchera de enfrente, esa que sin importar lo que haga o diga, por ser la de "los otros" siempre está mal y siempre está equivocada.
Además, resulta preocupante que todo lo que sabemos con claridad de los nazis en México se limite al periodo entre guerras y la Segunda Guerra Mundial, y los años siguientes, pero estén en completa oscuridad las ocurrencias actuales, es decir, no es la primera vez que algo así pasa, ni que nos enteremos de la existencia de personajes que estén ligados a ésta forma de pensamiento y a éste partido político en específico, otras veces han callado los escándalos con mayor efectividad, otras veces con mayor torpeza, el caso es que hay continuidad en ello y sabemos muy poco de los nazis y los neo-nazis mexicanos después de los años 50, y mucho menos después de la Guerra Sucia. No tenemos suficiente información de cuál es la posición oficial del PAN frente a estos hechor recurrentes más allá de cuando lo rechazan cuando las circunstancias lo exigen, pero ¿por qué esa extraña recurrencia?
Y ya, porque si no esto se pone muy sospechosista y he andado un poco moralino en esta y la entrada anterior.
Un dato que puede ser clave: intentar investigar sobre la faceta fascistas o súper nazi de José Vasconcelos es toda una aventura pues es casi imposible encontrar información sobre eso, o sobre su semanario Timón. Porque sí, es algo que debería causar vergüenza nacional, pero que no lo superaremos si no lo comprendemos y estudiamos, y en cambio lo seguimos poniendo debajo del tapete como a muchos de los elementos vergonzosos de nuestra historia reciente, u olvidarse de ellos: las carreras políticas o de posible "servicio público" de esos jóvenes panistas se ha terminado o está seriamente comprometida con arreglos políticos y la apuesta al olvido, o simplemente, cuando pase el escándalo político inventarse otros.
Esta entrada llegó a ustedes gracias a la falacia ad ignorantiam porque al señalar la ignorancia de los críticos sobre algunos elementos necesarios en la discusión desestima sus argumentos, lo cual no significa que yo celebre la existencia de los neo-nazis en el PAN, y que use una falacia no quita que mi argumento sea bueno o válido: porque la crítica por incongruencia es menos relevante que la crítica frente al pensamiento selectivo e intolerante de unos y otros.
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