viernes, 11 de diciembre de 2009

Un último argumento

Para que vean que no solapamos a nadie.

Resulta que Rafaél Acosta, alias Juanito, siempre sí deja la delegación Iztapalapa. Decisión propia o componenda, quién sabe, pero pone en evidencia el uso de la ley que todos deberíamos cumplir por igual, por eso son universales y obligatorias, nada de que a veces sí y algunos la cumplen y otros no.


Hace unos días decían que podían imputarlo porque parte de sus documentos eran falsos, después resultó que era el acta de nacimiento, y que si esto era verdad, podía pasar en la sombra unos años, ahí, con los de La Onda, que le dieran esquina... o le pidieran su chom-chom.


Total que después de una entrevista amistosa con el jefe de gobierno del DF decide que se va y ahí todos mas o menos contentos. La cosa es que, por lo visto no seguirán la averiguación previa porque ya tienen lo que querían, la delegación, y si el personaje este hizo o no hizo algo fuera de la ley, pues eso ya no importa... Ni madres, debería perseguirse de oficio toda falsificación o falso testimonio de los funcionarios públicos, claro "hasta las últimas consecuencias y caiga quien caiga", onda Guardería ABC, onda "haiga sido como haiga sido" onda News Divine.


Otro ejemplo de cómo se habla de la ley pero no se cumple, es el básico reportaje-de-impacto-con-cámara-escondida de TV Azteca que alguna vez sí me toco ver y toda la cosa. Primero están negociando que le den la calcomanía de verificación a un auto que no la pasaría jamás derecha, que lo brinquen, y hablan de precios modalidades y demás. Luego regresa la reportera toda pedera a decirles que qué pedo con su vida y que la ley y la ecología... obvio negaron todo y cuando salió el reportaje les cerraron el verificentro.


Pero ese automóvil era de alguien, alguien lo usaba, y es alguien que tuvo que verificarlo y sabiendo que no pasaba derecho, pago por el brinco, probablemente la reportera o alguien de la producción, pero eso pasa fuera de cámaras, así que, no importa. Era un auto cuyo dueño no podía darse el lujo de no verificar o de comprar uno nuevo, y si lo hiciera y vendiera el viejo, bueno, quien compra un auto usado es porque no puede pagarse uno nuevo y lo más seguro es que acepte que le cobren un extra por el brinquito... ¡quichin!


Y ya que usé mi onomatopeya de caja registradora, aunque no lo parezca, pongo el último ejemplo. Hace unos meses se cayó parte de un muro de contención en una construcción por allá en Santa Fe, bares y avenidas, y cuando salió la noticia luego luego todo fue culpa y responsabilidad de los obreros. Cuando salió a la luz toda la truculenta maraña de permisos mal dados y mordida y etcétera, ya nadie habló de responsabilidades, sino de las características del terreno.

Una maravilla de país, las capturas de pantalla no mienten.

Y para que vean que no estoy tan amargado como las ultimas entradas lo indican... les voy a contar un chiste malísimo: ¿Quien seguirá después de JUANito? Pues TUcídides y luego el TRImigesto.

No hay comentarios: