Lamento la falta de actualizaciones en casi dos semanas pero acabar una especie de tesis y mudarse no resulta tan fácil como parece.
Hace unos días escuchaba el Home is a Strange Place de Paw y pensaba que de hecho lo es, ya sea la casa de mis padres o el departamento que ahora comparto con Miriam, el hogar sigue siendo un lugar extraño, y ahora mas bien muy forever.
La cosa es que no pude mover toda mi biblioteca ni mis discos, por ello mi oficina quedó establecida en el Ajusco -en casa de mi padre, junto con el cuarto oscuro y el del rock o de "ensayos"-, y mis ondas del documental en casa de mi madre. Solo me llevaré dos discos, el Seoul de Amiina que me llegó el viernes por correo y el boxset de Zarama que me trae C- de Madrid, para así comenzar una nueva etapa de mi vida y una nueva era de coleccionismo/consumismo musical, y es como el alfa y omega, aunque sería más bien como alfa y dzeta... o como sea, el hombre y la mujer, el principio y el fin, banda de chicas de Islandia de música experimental y banda de vascos poperos/punks.
Me divierte el simbolismo, sí, que no deja de ser forever y forzado y una trivialidad de lo más banal, pero bueno, solo un detalle: para que fuera mas acertado el alfa y omega musical, quizás debería haber comenzado esta nueva etapa con discos de bandas como Abba y ZZ Top, pero bueno, no es para tanto... ¿o sí?
