Acaba de venir Madonna a México después de cómo 15 años de su última actuación acá.
De hecho, lo único que puedo decir al respecto es que me da una hueva enorme esa señora, y que me recordó uno de los más oscuros proyectos que hemos tenido, es uno de los muchos que se quedaron sin realización, y es uno de los pocos que me da gusto que nunca hayamos hecho pues era justo eso, uno de los mayores actos de travestismo que nos hayamos propuesto alguna vez.
Estoy hablando de Los Madonnos, cuya intención era ni mas ni menos crear un gran rumor de que en la posada del 93 (creo) en el Colegio Madrid, Chinasky y yo saldríamos haciendo una coreografía, pero como ninguno de los dos estaríamos en el D.F. para cumplir con dicho compromiso, pensábamos, ingenuos nosotros, que la audiencia se quedaría esperando y que incluso clamaría por nuestra actuación.
Al final no hicimos nada, mas que una de las campañas mas divertidas con carteles muy cábulas –varios de ellos los rechazaron en la Unidad Cultural por obscenos, pero los colgamos igual-, y ya, eso fue todo, me encantaría tener alguno de ellos o por lo menos fotografías, pero no sobrevivió nada.
En fin, Madonna solo me sirvió de pretexto para contar esta casi olvidada anécdota, lo curioso es que a partir de eso me empecé a dar cuenta que, uno, la carrera de Madonna se basa solo en rumores, y dos, los actos de travestismo en las posadas del Colegio Madrid son algo casi ritual, no hay un año en que no pase algo así.
De hecho, lo único que puedo decir al respecto es que me da una hueva enorme esa señora, y que me recordó uno de los más oscuros proyectos que hemos tenido, es uno de los muchos que se quedaron sin realización, y es uno de los pocos que me da gusto que nunca hayamos hecho pues era justo eso, uno de los mayores actos de travestismo que nos hayamos propuesto alguna vez.
Estoy hablando de Los Madonnos, cuya intención era ni mas ni menos crear un gran rumor de que en la posada del 93 (creo) en el Colegio Madrid, Chinasky y yo saldríamos haciendo una coreografía, pero como ninguno de los dos estaríamos en el D.F. para cumplir con dicho compromiso, pensábamos, ingenuos nosotros, que la audiencia se quedaría esperando y que incluso clamaría por nuestra actuación.
Al final no hicimos nada, mas que una de las campañas mas divertidas con carteles muy cábulas –varios de ellos los rechazaron en la Unidad Cultural por obscenos, pero los colgamos igual-, y ya, eso fue todo, me encantaría tener alguno de ellos o por lo menos fotografías, pero no sobrevivió nada.
En fin, Madonna solo me sirvió de pretexto para contar esta casi olvidada anécdota, lo curioso es que a partir de eso me empecé a dar cuenta que, uno, la carrera de Madonna se basa solo en rumores, y dos, los actos de travestismo en las posadas del Colegio Madrid son algo casi ritual, no hay un año en que no pase algo así.
